Cada vez son más las opciones que tenemos a nuestro alcance para mejorar nuestra salud integral, nuestro bienestar, relaciones, finanzas… En definitiva, nuestra vida.
Hoy en día disponemos de más recursos y alternativas que nunca. Y es cierto que como en cualquier campo en el que queramos profundizar, las fuentes son numerosas y te diría que todas son válidas. Habrá personas con más experiencia y criterio, otras que estén empezando, unas con más profundidad y conocimiento, otras con más brillo y marketing, pero también nosotros, como clientes de estas ofertas, somos diferentes. Al final escogemos a aquellos profesionales con los que conectemos en ese momento vital.
En este artículo quiero abordar el tema de tener una vida holística y los beneficios que nos reporta en general. Pero antes de empezar…
¿Qué implica ser holístico?
“El holismo es una doctrina filosófica contemporánea que tiene su origen en los planteamientos del filósofo sudafricano Smuts (1926), precursor de este enfoque en su libro Holismo y evolución. Etimológicamente el holismo representa “la práctica del todo” o “de la integralidad”, su raíz holos, procede del griego y significa “todo”, “íntegro”, “entero”, “completo”, y el sufijo ismo se emplea para designar una doctrina o práctica. Por esta razón la holística es definida como un fenómeno psicológico y social, enraizado en las distintas disciplinas humanas y orientada hacia la búsqueda de una cosmovisión basada en preceptos comunes al género humano.”
Dicho esto, parece lógico aspirar a tener una vida holística. Y si somos un poco observadores, nos daremos cuenta de que en nuestra cotidianidad todo esta entrelazado: no podemos estar bien en el trabajo si tenemos un conflicto con alguien, si no descansamos bien nuestro día será difícil, si criticamos a alguien, nos dañamos a nosotros mismos. Visto de manera positiva, si damos las gracias vemos como se ensancha nuestro pecho y nos sentimos mejor… Todo está relacionado. El todo está contenido en un parte.
Para comenzar a definir una vida holística lo mejor es dejarnos guiar por nuestro instinto y recorrer el camino que se nos va presentando a cada paso. Muchas veces es un síntoma es el que nos abre las puertas; una enfermedad o una molestia la que nos está pidiendo el cambio.
Por ejemplo, podemos tener una intolerancia a ciertos alimentos; eso nos va a hacer preocuparnos e investigar sobre la alimentación; la alimentación nos lleva a practicar ejercicio y el ejercicio a la meditación. Y así seguimos ampliando el espectro construyendo a cada paso una vida de bienestar en todos los niveles.
Cada persona comienza desde un punto de partida distinto e irá evolucionando con el tiempo.
Hoy tenemos múltiples canales de mucha calidad para ir nutriéndonos, nunca mejor dicho, de conocimientos sobre una alimentación saludable. Te recomiendo que consultes diversas fuentes, que profundices y que de dejes guiar por lo que sientas que es verdad para ti. Comemos todos los días y la alimentación forma parte de nuestro estado de ánimo y salud. Es una prioridad: establece rutinas, aprende recetas, investiga sobre los nutrientes esenciales, experimenta sobre los alimentos que te hacen bien, disfruta comiendo, evita las sustancias tóxicas que envejecen y contaminan nuestro cuerpo. Comparte, ritualiza, dale un tiempo de calidad a las comidas. ¡Somos lo que comemos!
Tenemos un cuerpo para moverlo. Cada vez son más los expertos en actividad física que inciden en combinar un ejercicio que incluya cardio y fuerza. No se trata de subir el Everest o hacer la maratón de Nueva York, sino de realizar el ejercicio mínimo efectivo que nos hará sentirnos bien.
¡Y entrenar todos los días!
Vivir el presente es uno de los retos de la humanidad y se nos escapa cuando repetimos el pasado o miramos con ansiedad el futuro esperando algo irreal. Todo nuestro potencial está en el presente y es la llave para tener una vida holística y plena. Como todo, es un hábito que hay que poner en práctica. Las técnicas de respiración nos ayudan a estar en el famoso «aquí y ahora». Y también existen numerosos autores y filosofías sobre vivir el presente.
Muchas de las enfermedades y el deterioro de la calidad de vida tienen su origen en la falta de sueño. Existen muchos aspectos en los que podemos incidir para mejorar nuestro descanso y vivir con más salud. En este artículo de Isabel Belaustegui podrás ver cómo afecta el sueño a nuestro organismo y qué podemos hacer para dormir bien.
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Hasta no hace tanto tiempo, la meditación, el yoga y otras técnicas de relajación eran vistas como alternativas y miradas con cierto recelo. Hoy están ampliamente extendidas y forman parte de la rutina diaria de muchas personas por los beneficios que aportan en general. Si nunca has meditado empieza con cinco minutos al día. Repite el mismo gesto durante 21 días para que nuestro cerebro la almacene como hábito. ¡Verás como estás cada día más en el presente!
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Hacer con menos esfuerzo y mayor rendimiento. Somos energía y hoy sabemos que la energía siempre elige el camino de menor gasto energético posible. Cambia nuestra percepción de la vida, cuando decidimos elegir en qué invertir nuestro tiempo. La mejor herramienta de gestionar el tiempo es estar en el presente donde tenemos todas las respuestas; técnicas como el Mindfulness te serán de gran ayuda. Identifica a que dedicas tu tiempo: ¿De qué manera pasamos nuestra vida? ¿Pasamos tiempo evadiéndonos con ladrones del tiempo (redes sociales, hipnosis frente al televisor, relaciones de relleno)?
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La calidad de nuestros pensamientos influye directamente en nuestros sentimientos y éstos en nuestras acciones. Los pensamientos cambian nuestra realidad emitiendo una vibración que es percibida por nuestro entorno aunque no lo verbalicemos. ¡Experiméntalo en ti! Prueba a tener un pensamiento positivo y nota cómo te sientes y cómo se desarrolla tu vida despúes. Házlo con un pensamiento negativo y aprecia la diferencia.
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Si cambiamos el enfoque, cambia nuestra experiencia de vida. La rueda del hámster nos oxida y nos deriva hacia una vida aburrida y sin propósito. Las rutinas que nos aportan bienestar son necesarias para edificar la vida que queremos; distintas son las inercias, esos hábitos que hemos adquirido que no nos aportan alegría y plenitud y que seguimos sin más. Introduce cambios en tu vida, también en tus rutinas, haz algo nuevo todos los días, revisa tus creencias, investiga, siente curiosidad…
El estilo de vida actual con prisas e inercias nos deconecta de la naturaleza. Y los seres humanos somos parte integrante de la misma. ¿Cuántas veces habremos visto una puesta de sol impresionante y cuántas veces la hemos disfrutado de verdad sin el móvil como testigo? Está bien hacer fotos, pero dediquemos momentos a sentir lo que la naturaleza nos muestra. Estamos rodeados de belleza. Si no vives en un entorno natural, es posible que tengas cerca un parque. Tómate un tiempo para disfrutar de los espacios naturales, de tomar el sol, de caminar por la arena y observa cómo se recarga tu energía…
